Películas B

Las producciones más geniales del séptimo arte

16.1.14

Steel and Lace (1991)

Publicado por Marcel |

Steel and Lace es una película dirigida por Ernest D. Farino en la que Joseph Dougherty y Dave Edison combinan en su guión distintos géneros en torno a la clásica historia de la víctima de una violación que emprende venganza en contra de sus agresores. En esta producción encontrarán ciencia ficción, gore y algo thriller policial.


La historia comienza 5 años en el pasado con escenas que se alternan entre un juicio y la oscuridad de un callejón en donde cuatro hombres someten a una mujer para que un quinto la viole. Los mismos protagonistas de ese incidente son los que se encuentran en el tribunal para oír el veredicto del jurado, un veredicto que por falta de evidencia le es adverso a la víctima, Gaily Morton (Clare Wren). Gaily no puede soportar la humillación y la injusticia de todo lo que le ha ocurrido y, en un descuido de su hermano Albert (Bruce Davison), se dirige al techo del edificio del tribunal y acaba con su vida arrojándose al vacío.


La ciencia ficción hace acto de presencia de la mano del Dr. Albert Morton y su tecnología de punta inspirada, una vez más, en Robocop. Sin dar ninguna explicación al respecto parece que consiguió hacerse con el cadáver de su hermana y, reemplazando su cerebro por una computadora, la convirtió en un androide, dotándola además de distintas armas para hacerla una indetenible máquina de matar.

11.1.14

Spike of Love (1994)

Publicado por Marcel |

La ocasión es propicia para contarles el peculiar método que desde hace meses empleo para determinar qué película veré, sin perder valiosos minutos por culpa de mi indecisión y sin que mi estado de ánimo pueda influenciar el proceso de selección. Al igual que un adicto que entra en razón y admite que tiene un problema del que no puede salir sin ayuda, yo llegué al punto en que no pude seguir ignorando el menguante espacio libre en mi computadora y un disco externo casi lleno, con el agravante de que siempre le daba preferencia a las más nuevas porque los títulos de las antiguas no me decían nada. Así que busqué un programa que me generara una lista con todas mis películas a partir de las carpetas o unidades donde las tengo, que dicha lista pudiera exportarla a Excel y a partir de ahí aplicar las fórmulas necesarias para que aleatoriamente eligiera una cada vez que abriera el archivo. Fascinante, ¿eh?

Esta larga introducción se debe a que el método en cuestión me ha permitido ver una desconocida comedia negra canadiense que de otro modo habría seguido obviando. No se encuentra disponible en DVD ni mucho menos Blu-Ray y llegó a mí porque en Cinemageddon un día hicieron una competencia de subir películas de las que nadie hubiera oído hablar y esta fue una de las que llamó mi atención. La otra parte del botín fue una película de acción con Tonya Harding y Joe Estevez de la que, Excel mediante, espero poder hablarles en un futuro cercano.


Spike of Love fue dirigida y producida por Steve DiMarco, siguiendo su propio guión y en los créditos es presentada como "Steve DiMarco's Spike of Love". Este es el mismo Steve DiMarco que años más tarde dirigiría Prisoner of Love, con Naomi Campbell como protagonista, y revisando su filmografía, veo que fue el guionista y editor de una antología de historias de terror que vi hace varios años titulada Shock Chamber. Para ver esas dos películas también hay que conformarse con un VHS, lo que pareciera ser un patrón en la obra de este director.


Este peculiar largometraje se desarrolla enteramente en la sala de un pequeño apartamento en el que habitan dos hermanos psicópatas, Clem (Gerry Quigley) y Donny (Tony Munch); el primero es un cristiano fanático adoctrinado por su madre (Beverly Murray) y el segundo ha sumado a la convivencia a su novia Jane (Dyanne DiMarco), una dominatrix promiscua que no tiene ningún reparo en ridiculizar a su hombre delante de propios y extraños.


Es precisamente con ella que inicia la acción sin preámbulo alguno, montando a un hombre al tiempo que lo abofetea y fotografía. El galán lleva por nombre Harold (Ron Lea) y es un hombre de negocios que conoció en un bar y al que no le tomó mucho tiempo para ser convencido en salir de allí e ir a su apartamento, sin sospechar siquiera remotamente en que los hermanitos harían acto de presencia en el mejor momento de la velada. Eso a Jane la tiene sin cuidado, está acostumbrada a que estos dos maten a sus conquistas y ella es feliz colocando sus fotos en su álbum personal.


Sin embargo esta noche es distinta y los planes comienzan a torcerse rápidamente. Clem y Donny tienen una cuenta pendiente con un individuo llamado Skinner (Steve Whistance-Smith), un tipo despiadado que fuma a pesar de tener una traqueotomía y que se ganó su apodo por su predilección por desollar en vivo a sus víctimas. Snake (Adam Adach), uno de sus esbirros, les comunica que si para las 12 de la noche no le tienen 50 mil dólares, uno de ellos deberá saldar la deuda con su vida.

La segunda reseña del año es a su vez la segunda película de Jesús Franco que reseñaremos en este blog, en este caso se trata de Los ojos siniestros del doctor Orloff.


La película comienza con una pesadilla de la que despierta la atormentada Melissa Comfort (Montserrat Prous), quien sufre sueños recurrentes en los que aparece ante ella un agonizante hombre que no logra identificar del todo y que minutos más tarde descubrimos que es una joven paralítica que fue acogida por su tío Henry (Jaume Picas) tras la muerte de su padre.


Rápidamente llega su hermanastra Martha (Loreta Tovar) a brindarle consuelo y a anunciarle que será visitada por un nuevo médico, el afamado doctor Orloff, un personaje recurrente en la obra de Jess Franco y que en esta oportunidad no es encarnado por Howard Vernon sino que lo interpreta el actor austríaco William Berger.


El Dr. Orloff de buenas a primeras le suelta la bomba a Melissa de que toda su familia piensa que está loca, que planean recluirla en un manicomio y que él, de paso, gustosamente le aclarará las misteriosas circunstancias en las que falleció su padre cuando ella tenía solo 10 años de edad. Le explica que fue asesinado y el crimen jamás pudo ser resuelto, porque él se encontraba a solas con ella en la mansión y que todas las puertas estaban cerradas cuando lo hallaron. Algo brusco y falto de tacto pensarán ustedes, pero la película dura poco más de 75 minutos y no hay tiempo que perder si queremos provocarle un colapso nervioso a la protagonista.

1.1.14

El pueblo fantasma (1965)

Publicado por Marcel |

Empezamos el año con buen pie con una producción mexicana que combina el género western con el de los vampiros. Se trata de El pueblo fantasma, una película que en 1965 dirigió Alfredo B. Crevenna basándose en una historia de Alfredo Ruanova.


La acción inicia en una taberna ubicada en un pueblo no identificado donde un pistolero bravucón alardea de lo rápido que es con su arma al tiempo que somete a los aterrados parroquianos. La fiesta se le termina cuando entra en escena un misterioso pistolero vestido de negro que lo llena de plomo y se presenta como Rio (Fernando Luján).


Al tiempo que son mostrados los créditos de la película un grupo canta una pegajosa canción conocida como "El corrido de Manuel Saldívar" y esto pareciera generarle gran malestar a un joven que arremete contra todos ellos y les propina una dura golpiza. Seguidamente descubrimos que él es Manuel Saldívar Jr. (Rodolfo de Anda), hijo de un temible forajido que azotó a los pueblos de la frontera mexicana y que día a día sufre las humillaciones a las que es sometido por llevar ese nombre.


A él le han contado que Rio Kid conoció a su padre y emprende un extenuante viaje a través del desierto rumbo a la ciudad de San José, donde supuestamente habita este peculiar justiciero. En el camino conoce a Néstor (Carlos López Moctezuma, a quien hace unos meses vimos en El asesino X), un hombre que regresa a San José tras haber estado encarcelado injustamente durante los últimos 10 años y que culpa de su suerte al mismísimo Rio Kid.


Ya en San José ambos hombres son sorprendidos por el estado de desolación en el que se encuentra la otrora floreciente ciudad y los pocos habitantes que ahí permanecen les cuentan extrañas historias de cadáveres que se esfuman de sus tumbas y aparecidos que deambulan por las noches a través de las calles del pueblo; lo cual irremediablemente lo ha conducido a ese abandono casi absoluto.

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